Lupus


Lupus
En la noche, tu vida está en juego

Título: Lupus
Autor: Yo
Género: Fantástico
Resumen: En aquél pequeño pueblo, normalmente abunda la alegría y la fiesta. En el buen sentido, claro. Porque aunque gustaba mucho la fiesta, tan solo se divertían cuando tocaba. Y una noche al mes, no toca. Una noche al mes, las familias se esconden en sus casas, cerrando con seguridad puertas y ventanas, y cualquier otra entrada. Una noche al mes, dejan carne en su entrada. Para que aquel ser que anidaba en las antiguas leyendas y que acechaba aquel pueblo no les molestara. Para que aquel ser que todos temían tan solo les molestara en las pesadillas que una noche al mes invadían la mente de cada uno de los habitantes. Pero pronto, el secreto será desvelado, y todos tendrán el deseo de ver, por fin, la sangre de aquel ser. Aunque nadie se imaginaba que pudiese ser él...
Escrito: A los 14 años (en Marzo - Abril)
Comentarios: Bueno, esta no es una novela, es un microrrelato de dos páginas que hice para un concurso de mi instituto, el cual realiza cada año para celebrar el Día del Libro, y se realiza uno en castellano y otro en valenciano, aunque como las ideas se me ocurren un poco tarde, normalmente está mejor el microrrelato de castellano que el de valenciano. Este lo creé en Marzo / Abril para el Concurso Literario de Castellano. Fue la primera vez que me presenté a susodicho concurso tras tener la idea de querer ser escritor, ¡y gané! Sin duda, me alegró muchísimo, porque justamente el premio se da el último día de clase, antes de las vacaciones de Pascua. ¡Así que terminé con una gran sonrisa! Y ahora, la quiero compartir con vosotros. Para que veáis con qué microrrelato gané el concurso y como escribía en ese tiempo, cuando yo tan solo era un novato en el gran mundo de la escritura.


Lupus


Corría por el bosque como si lo conociera como la palma de su mano. Kenny, ese chico de cabellos castaños y ojos verdes, ya no era alegre y bondadoso como solía ser. Ahora, Kenny era feroz y salvaje. Además, su aspecto había cambiado, o mejor dicho, todo su cuerpo. En este momento, era muy peludo, salvaje, no atendía a su parte racional, y tenía cuatro...patas. Él, con tan solo 15 años, sufría "licantropismo", el nombre recibido por las pocas personas que conocían esa enfermedad. No lo era, sin embargo. Aunque todos pensaban que era una enfermedad, en realidad era una mutación celular de origen desconocido; para los afectados, era una maldición; y para algunas personas, un don. Para Kenny, era una forma de diversión y, a la misma vez, una maldición, pues él estaba enamorado de una chica de cabellos rojos como el Sol, y ojos azules como el mar. Ella se llamaba Rubí.
A la mañana siguiente, Kenny se levantó, descubriendo que había vuelto a su forma humana. Se sentía cansado, y no tenía ropa. Por eso, volvió a su casa ipso facto. Vivía solo, pues sus padres fallecieron cuando era pequeño. De él se ocupaba su abuela, aunque hace un año, Kenny decidió vivir solo, por lo que se compró una casa muy cerca de la de su abuela, pues esta le seguía ayudando. Tras ducharse y cambiarse de ropa, sonó el timbre. Al abrir, Kenny se encontró con unos ojos azules. Era Rubí.
-Buenos días, Kenny-le saludó esta-. Ayer nos citamos aquí para realizar el trabajo de la asignatura de Mitología, ¿te acuerdas?
-Esto...¡Sí, claro!-dijo Kenny rápidamente, disimulando que se acordaba.
Ambos entraron al salón y comenzaron a realizar el trabajo. Tras dos horas, en las que habían visto varios documentales sobre los licántropos, tema de su trabajo, y habían recopilado mucha información, Rubí se despidió de Kenny y volvió a su casa. Tras cerrar la puerta, Kenny se dirigió a la cocina para preparar la cena. Sin embargo, tocaron a la puerta, y Kenny se vio obligado a dirigirse a la puerta. Era Rubí, de nuevo.
-¿Ocurre algo?-le preguntó Kenny.
-Sí-contestó Rubí. Se me ha olvidado decirte que me voy de vacaciones y no volveré hasta el mes que viene. Continuamos cuando vuelva, ¿vale?
-Está bien, no te preocupes-afirmó Kenny.
Los días transcurrieron tranquilamente. Kenny no volvió a transformarse, pues las circunstancias necesarias no se presentaron. Pasó un mes, y un día, de repente, el teléfono sonó.
-¿Usted es Kenny Altaria?-preguntó una voz tras el teléfono.
-Sí, soy yo-afirmó Kenny-. ¿Quién lo pregunta?
-Mire, hace unos minutos se ha cometido un crimen y tenemos pruebas que le convierten en sospechoso.
-¡¿Qué?!¡Yo no he cometido ningún crimen!
-Jajajaja, tranquilo Kenny, soy yo, Rubí. Solo quería gastarte una broma, espero que no te hayas enfadado.
-No, no me he enfadado, pero a la próxima no me des esos sustos.
-Jajajaja, está bien, ¡lo siento! Quería decirte si nos podíamos ver esta tarde para continuar con el trabajo.
-Claro. Nos vemos esta tarde.
Por la tarde, cuando llegó Rubí, ya estaba todo preparado.
-Veo que eres muy puntual-dijo Rubí, asombrada-. Bien, empecemos.
Kenny y Rubí empezaron a realizar el trabajo. Tras un tiempo, Kenny empezó a sentirse mal. Tenía un gran dolor de cabeza, y luego le vinieron los mareos. Pensó que sería por el frío, y cuando se acercó a la ventana para cerrarla, su cara adquirió el color blanco de la nieve. El cielo negro de la noche resplandecía por la gran luna. Esa noche, la luna estaba más hermosa que nunca, con su gran resplandor blanco, y con su forma perfectamente redonda.
-Rubí, tienes que irte, deprisa-le advirtió Kenny.
-¿Por qué, ocurre algo?-preguntó Rubí.
-No puedo decirte nada, pero debes irte, por tu bien.
-Pero, ¿qué te pasa?
-Nada, vete.
-Te ocurre algo, y no me digas que no.
-¡Vete!-gritó Kenny, mientras se estremecía de dolor.
Rubí pasó de estar confusa a horrorizada. Veía como a Kenny le crecía pelo por todas las partes de su cuerpo, como su nariz se transformaba en hocico y como su cara se alargaba hasta adquirir una forma propia de los animales. Veía como Kenny se transformaba en lobo. Cuando el lobo le miró con sus ojos verdes, Rubí salió por la puerta corriendo, mirando hacia atrás. No veía al lobo, sin embargo. Pero, de repente, chocó contra algo, y cuando miró hacia arriba, vio la cara de Kenny, que era un lobo. Rubí chilló con gran volumen, le lanzó tierra a la cara al lobo y huyó rápidamente. En menos de un segundo, Kenny empezó a perseguirla, aunque Rubí ya le llevaba una gran distancia, pero él no se rindió. Rubí seguía corriendo, horrorizada, y controlaba que el lobo no le alcanzará. De repente, una rama que sobresalía del suelo se interpuso en el camino de la chica, y ello hizo que tropezará. Cuando se quiso levantar, el lobo estaba ante ella, mirándole fijamente con sus ojos verdes mientras gruñía. Entonces, Rubí intentó gritar, mas no pudo por el miedo. El lobo la seguía mirando con sus ojos que parecían esmeraldas. Entonces, a Rubí le desapareció el miedo, concentrada en mirar a los ojos al lobo que antes había sido Kenny, su mejor amigo, un compañero de clase, una gran persona inocente...

Cuando Kenny se despertó, ya era de día. Todo le daba vueltas y le dolía la cabeza. De pronto, recordó lo que había ocurrido la noche anterior. Por eso, abrió los ojos ampliamente, y miró para todos los lados. Su cara palideció. Rubí estaba apoyada contra la mesa, con una mancha roja en el vestido que llevaba puesto.
-¡¡¡Rubí!!!-dijo Kenny a gritos y entre lágrimas.
La chica se movió al oírle gritar. Al ver que estaba bien, Kenny corrió para abrazarla. Pensó que le rechazaría pero, para su sorpresa, Rubí también le abrazó. Kenny le preguntó por la mancha, y Rubí le contó que, tras traerle a casa, inconsciente por el golpe que sufrió, recordó que no había cenado, de forma que decidió comerse una hamburguesa, se manchó de ketchup y, debido al cansancio, se durmió sin limpiarse. Rubí le pidió a Kenny que le contara absolutamente todo, y él asintió. Le contó que sufría "licantropismo", pero que no había llegado a matar a nadie. Le contó que corría por el bosque cada vez que eso le sucedía y llegó a conocer el bosque como si de su casa se tratara. Tras contarle todo, Kenny le pidió a ella que le explicase lo que ocurrió, pues no recordaba lo que había sucedido después de que él la mirara fijamente. Ella le contó que le miró a los ojos fijamente, tal y como él hacía, y de pronto, comenzó a golpearse contra un árbol hasta que cayó al suelo, inconsciente. Ella suponía que la parte racional se despertó, y se golpeó repetidamente contra el árbol con el objetivo de perder el conocimiento y así no herirla. Tras eso, ella le trajo hasta casa, lo cual no le había resultado fácil, de modo que llego hambrienta, y decidió comer una hamburguesa y se manchó de ketchup. Por eso, fue hasta el baño, pasando antes por su habitación para ver si había despertado. Como no era así, se acostó junto a él para acariciarle, y se durmió. Después de contarle lo sucedido, Rubí le confesó que estaba enamorada de él, y se besaron. Ella quería estar junto a él y ayudarle, pero él no quería por miedo a herirla. Tras mucho insistir y prometerle que tendría cuidado cuando se transformara, Kenny aceptó. De ese modo, pasó medio año. Kenny logró controlar su transformación gracias a Rubí, ya que esta buscó a otras personas como Kenny y, aunque había costado, lo logró. Ahora, el chico lobo se podía transformar cuando quisiera, siendo obligatorio, como siempre, en las noches de luna llena, aunque consiguió que predominara su parte racional antes que la animal en sus transformaciones. Por eso, se podía comunicar telepáticamente con Rubí cuando era un lobo, ya que la unión de estos era muy grande. «Ya te lo dije: no todos los problemas puedes resolverlos tú solo. A veces, y aunque no queramos, necesitamos la ayuda de todas aquellas personas que nos apoyan y siempre están junto a nosotros. De esa forma, lograrás resolver problemas que te parecían imposibles intentando resolverlos sin ayuda. La amistad y el pedir ayuda, te pueden solucionar muchos problemas», le decía siempre Rubí.


2 comentarios:

  1. Wow.

    Escribes muy bien Rubén. He leido en tu biografía que te planteaste dejar de escribir un tiempo. No vuelvas a hacerlo. Ya sabes que los grandes genios no siempre llaman la atención en el momento deseado. ¿Quieres un ejemplo? Vincent van Gogh. ¿Quieres otro? Leonardo da Vinci.

    En serio, no desesperes. Sigue mejorando, sigue plantando tus semillas y un buen día, recogerás tu cosecha :)

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchas gracias! ^^ Pues sí, como bien he puesto aquí, me planteé dejar de escribir. Pero eso no fue ni en los inicios jajaja Por aquél entonces, no tenía ni idea de que varios meses después me vería ante el ordenador creando una novela jajaja Pero me alegro de que perdiese la ilusión, porque eso influyó más tarde, o así lo veo yo, en que quisiera ser escritor.
    Y ahora ya lo tengo más claro. Es más, lo tengo totalmente aclarado. No voy a dejar de escribir. Lo único que me puede separar de la escritura es el poco tiempo libre xDDDDDDDDD Y a veces ni eso ;)

    Me gustaría poneros algo más actual, para ver si notáis la diferencia y véis cómo he mejorado xDDDD Porque si lo noto yo, o eso me ha parecido ver, vosotros lo notaréis más xDDD Así que espero poder poner dentro de poco una obra más temprana. En Diciembre o poco más empezaré ya a crear minirrelatos para un concurso del instituto. Sí, el mismo que gané el año pasado con esta misma obra xDDDD Así que lo más seguro es que lo ponga antes aquí y cuando toque entregar, lo quite. Pero con un poco de suerte, pronto terminaremos "Mentalista" y empezaré a poner "Mentalista 2: Evolución", que esa sí es más temprana =)

    ResponderEliminar

No hay nada más gratificante después de leer una entrada que comentar. ;)